domingo, 3 de enero de 2010

SOLOMON KANE

Esta es de esas películas, que cuando la ves piensas que con un mayor presupuesto y quizás otro director...
Pero bueno, tratándose de una serie B con una producción lo suficientemente correcta para estrenarse en cines, en vez de ir directamente a DVD (por los pelos), tampoco esta mal. Tanto la fotografía (siempre oscuro, lloviendo o nevando), el diseño de producción (bosques tenebrosos, iglesias abandonadas, tétricos castillos...), o el vestuario (todos los personajes visten ropajes oscuros, ya sean de los buenos o de los malos), ayudan a crear un ambiente tenebroso, perfecto para este tipo de relato.
Kane, es un personaje perteneciente al genero de espada y brujería, creado por Robert E. Howard, padre también del héroe más famoso de este genero, Conan El Barbaro, pero a diferencia de este y la gran mayoría de héroes que se suelen enfrentar a monstruos y hechiceros, Solomon Kane, no se mueve por una era inventada entre la prehistoria y la edad media, sino en la época del puritanismo en Inglaterra, cuando "supuestamente", la religión cristiana combatía diablos y brujas.
Kane es un duro y violento soldado, que combate el mal con el propósito de librarse de una maldición demoniaca. Interpretado convincentemente por James Purefoy (con un parecido más que notable con Hugh Jackman en Vanhelsing, aunque la verdad es que este último fue el que copio las vestiduras del primero), demuestra estar muy cualificado para encarnar héroes de acción, con lo cual es posible que su nombre pueda ser mucho más conocido en un futuro próximo, no en vano ha sido candidato a interpretar a James Bond o Simon Templar "El Santo".
El resto del reparto cumple correctamente con su cometido, incluyendo a un "recuperado" Max Von Sydow, un actor que en los 80 ¡ Ya era practicamente un anciano !
Los combates a espada, están bien coreografiados, y no escatiman en violencia, con profusión de sangre y miembros cercenados. Y algunos momentos se acercan muy mucho al cine de terror gótico.
En definitiva, un film menor, que contentará (pero sin entusiasmar) a los seguidores del genero de espada y brujería, y que puede entretener al resto sin mayores pretensiones.

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