domingo, 31 de mayo de 2009

LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES

Esta semana que se acaba, podría llamarla "The Millenium Week". Durante los días laborales me he leído la novela (primera entrega de la trilogía Millenium del sueco Stieg Lasrsson), y ayer sábado vi su adaptación cinematográfica.
Pero como solía decir Jack "El destripador", vallamos por partes:
La novela es un relato policíaco de misterio efectista y entretenido, aunque para mi, algo sobrevalorado.
Un periodista en horas bajas, es contratado por un rico industrial, para investigar la desaparición de su sobrina 50 años atrás. Ayudado en esta causa por una joven "friki" con un extraordinario talento para la informática, se encontrara con una serie de asesinatos en serie acontecidos desde 1949 hasta nuestros días.
La narración es amena y esta plagada de giros y sorpresas más o menos inesperados. No obstante, el autor "rellena" el relato principal, con una trama judicial que atañe al personaje principal, que no aporta nada relevante en el fondo a la historia principal, y que hace que el final se alargue innecesariamente.
Por su parte, la película es una floja adaptación, que a pesar de estar bien hecha tanto en el aspecto técnico como en el artístico, no llega a atrapar al espectador con la misma intensidad que al lector.
Además el director, parece creer que todo el mundo ha leído el libro, y algunas cosas no se preocupa en explicarlas suficientemente, como pensando, "bueno esto ya esta explicado en la novela". Me gustaría saber la opinión de alguien que haya visto el film, sin haber leído el relato en que se inspira. Seguramente en ocasiones le habrá costado seguir el hilo, o enterarse bien de como los protagonistas llegan a ciertas conclusiones. En su defensa, agradecer el "acortamiento" de la subtrama judicial, que logra no ser tan "pesada" como en su versión de papel.
En resumidas cuentas, una buena novela de suspense y una "mala" adaptación cinematográfica.
Ahora voy a empezar la segunda novela de la trilogía, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Y es que hay que reconocer que los títulos de las tres son tremendamente originales y atractivos. La última entrega aún no editada en España se llama, La reina en los palacios de las corrientes de aire.
Curiosamente, su autor murió en el 2004 a los 50 años de edad, antes de que sus relatos se convirtieran en los fenómenos mundiales que son ahora. Supongo que sus herederos si se estarán enterando.

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