VIVE Y DEJA MORIR (Live and let die 1973)

  Tras el definitivo abandono de Sean Connery, los productores se veían una vez más en la tesitura de encontrar un nuevo rostro para James Bond, pero en esta ocasión en vez de "arriesgarse" con un desconocido, decidieron probar suerte con un actor famoso gracias a haber interpretado con éxito en la Tv a Simon Templar alias El Santo, un personaje con bastatnes similitudes con 007, y que ya había sido considerado para Dr. No.
  Roger Moore consciente de sus "limitaciones" interpretativas, tuvo el acierto de no intentar imitar al ya mítico Connery, sino de darle su estilo al personaje. Así en sus manos James Bond acentuaba su elegancia, cinismo y sobre todo su sentido del humor. Como es notorio la mayoría de fans aceptó con agrado este cambio, hasta el punto de que acabaría siendo el actor que más veces interpretase al personaje dentro de la franquicia original.
  En cuanto a su primera aparición como 007, se trata de un film muy entretenido, repleto de acción constante, pero más cercano al thriller policíaco típico de la época, que al cine de espías propiamente dicho. De hecho en esta ocasión Bond se enfrenta a un traficante de droga de color, que utiliza una segunda personalidad como político y que se ayuda del woodo para mantener su imperio. El film es pues claro referente del cine que se conoció como Blackexplotation (films de genero interpretados y dirigidos al publico negro)típico de aquellos tiempos. No olvidemos que una de las razones del éxito de la serie es su capacidad para adptarse a la moda de cada momento.
  Dentro de la franquicia, no esta considerada de las mejores, pero tampoco de las peores, pertenecería pues a un grupo de digamosle de aventuras entretenidas, gracias sobre todo a sus magnificas escenas de acción. A destacar una persecución en un aeropuerto con Bond "conduciendo" una avioneta y la espectacular (aunque quizás algo larga) persecución de canoas por los pantanos de Nueva Orleans.
  En el apartado de chicas Bond, solo destaca la bellisima aunque bastante "sosa" Jane Seymur. Y en los villanos, el excelente Yaphett Kotto crea un atemorizante villano "doble, aunque yo me quedaría con el Baron Samedi, por lo exótico y fantástico de su personalidad.
  Resumiendo, sin ser de las mejores entregas, es lo suficientemente entretenida para pasar un buen rato con nuestro agente favorito.