Cogase una cocktelera e introduzcase una mitad de El caso Bourne y otra mitad de Frenético, agitese (o mezclese según preferencias), sirvase en un cine con aire acondicionado, y tendremos una refrescante cinta llamada Sin identidad.
Pues si efectivamente, así se podría resumir perfectamente el ultimo thriler interpretado por el siempre eficaz y más que correcto Liam Neeson, y no debe leerse este comentario como una critica negativa, pues a aquellos a los que gustaran cualquiera de estos dos films (o ambos) pueden encontrarse con una película entretenida y bien hecha, pero con el "problema" de carecer de la emoción y el suspense que tenían aquellas, dado que nos olemos lo que esta pasando enseguida y por lo tanto los supuestos giros del guión que se supone han de sorprendernos, no lo hacen pues nos los vemos venir a la legua.
No obstante la correcta dirección y montaje de las escenas de acción, así como el indudable carisma de su actor protagonista, capaz de hacernos creer las situaciones más inverosímiles, consiguen que no salgamos del todo defraudados aunque eso si con la sensación de que hemos visto algo entretenido pero intrascendente, que se olvida al poco de salir de la sala.
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