LA ESPIA QUE ME AMO (The spy who loved me 1977)

  Si en los 60 Goldfinger marcó un punto de inflexión hacia el espectáculo en la serie Bond, en los 70 La Espía que me amó marcaría un nuevo y más grande salto hacia el mismo objetivo, hacer de las películas de 007 ¡el mayor espectáculo posible!
  Y desde luego lo consiguió, porque es un film tan tremendamente espectacular que incluso hoy en día se le ve grandioso en todos los aspectos. Parece ser pues, que tras el abandono de Harry Saltzman, Albert R. Broccoli que a partir de entonces se haría cargo en solitario de la franquicia, decidió que James Bond debía ser el héroe de acción más importante del mundo y para ello no escatimo medios ni dinero. Todo es de un nivel gigantesco en esta superprodución, exteriores, decorados, vestuario, y sobre todo unas secuencias de acción ¡realmente apabullantes!, desde el magnifico teaser en el que Bond escapa de una emboscada en medio de la nieve, ¡saltando al vacío con sus esquíes, para desplegar un paracaídas con la bandera británica!, y que sería el inicio de la tradición de los teaser espectaculares del resto de la franquicia, hasta la impresionante batalla ¡dentro de un petrolero capaz de albergar tres submarinos nucleares en sus entrañas!, pasando por una ya mítica persecución de coches, durante la cual el Lotus conducido por 007 acaba convertido en ¡un minisubmarino!
  Como se puede apreciar, este es el film que convirtió definitivamente a James Bond en un superagente secreto mucho más cercano al comic que al cine de espías clásico. Para ello contó con un Roger Moore en estad de gracia, que ya en su tercer film hacía suyo totalmente el personaje, manteniendo todavía un buen equilibrio entre el humor y la dureza. Posiblemente junto a Solo para sus ojos, esta sea su mejor interpretación como el famoso espía.
  En lo que al casting se refiere, también resulta de lo más espectacular, un par de chicas Bond ¡que quitan el hipo!, Barbara Bach interpretando a la agente rusa triple X (mucho más atractiva que Vin Diesel je je), tan buena y eficiente en su trabajo como el propio Bond, y una fugaz pero ¡IMPACTANTE! Caroline Munro. En el apartado de villanos es donde flojea un poco la función, sobresale en esta ocasión el esbirro principal del villano, el gigante con los dientes de acero Jaws interpretado por Richard Kiel, que alcanzaría tanta fama que acabo repitiendo en el siguiente film. Pero por su parte el actor alemán Curt Jurgens no esta a la altura de tanta magnificencia, y no resulta lo suficientemente amenazador.
  En definitiva, una de las IMPRESCINDIBLES de la serie, que a pesar de tener ya ¡más de 30 años! sigue tan impresionante y espectacular como el día de su estreno.