EL HOMBRE DE LA PISTOLA DE ORO (The man with the golden gun 1974)

  En mi opinión la más floja de la serie Bond. Y es que los elementos característicos de la saga carecen del "brillo" acostumbrado. Las chicas son atractivas pero carentes de personalidad, la chica principal Britt Ekland interpreta a una agente novata y torpe que molesta más que ayuda a nuestro héroe, y la amante del villano, la bella Maud Adams resulta demasiado fría y desapasionada. El esbirro principal es en esta ocasión ¡un enano! que provoca más risas que temor, y por si fuera poco, tenemos que aguantar una vez más al "pesado" sheriff Pepper que repite tras Vive y deja morir.
  Pero donde más flojea la cinta es precisamente en uno de los elementos más importantes, las secuencias de acción. No hay ninguna que resulte lo suficientemente espectacular como para quedar en el recuerdo del espectador, y la mejor (sin ser nada de otro mundo), la persecución de coches es estropeada ¡por un estúpido sonido justo en uno de los saltos más dificilis e increíbles vistos en el cine! Siguiendo la costumbre de los productores de adaptar las aventuras de Bond al cine de acción de cada momento, en esta ocasión se acude al cine de artes marciales tan de moda por aquellos tiempos. Pero la secuencia en que 007 ha de enfrentarse a varios expertos karatekas en una escuela, resulta pobre y simplona.
  Sin embargo no todo va ser malo, y en el apartado de lo positivo destacaría la interpretación de Moore, cuyo James Bond todavía se muestra duro e implacable cuando es necesario, memorable por ejemplo el "tratamiento" que le da a la amante el villano para sonsacarle información, una secuencia políticamente incorrecta imposible de rodar hoy en día. Y sobre todo, un ¡excelente! Christopher Lee, que aporta su elegancia y fría crueldad al asesino Francisco Scaramanga.
  Resumiendo, una de las películas "menores" dentro de la serie, pero que aún así resulta lo suficientemente entretenida para pasar un buen rato.