Para gran parte del publico en general y para la mayoría de fans (entre los que me incluyo), una de las mejores entregas de la serie y sin duda junto a La Espía que me amó, la mejor de la era Moore.
Tras el "desfase" fantástico de la anterior entrega, la exagerada Moonraker, los productores con muy buen tino, decidieron que 007 debía volver a poner los pies en la tierra (nunca mejor dicho), para ello se escribió un guión que metía de lleno a James Bond en una intriga de espionaje internacional de lo más realista. En esta ocasión no ha de impedir la tercera guerra mundial, o que un villano de comic intente destruir la humanidad. Si no simplemente recuperar una maquina descifradora, perdida accidentalmente, antes de caiga en manos enemigas. Con esta premisa se establece un juego de espías donde nadie es lo que parece y en el que el famoso agente secreto ha de salir victorioso sin utilizar los famoso gadgets de la sección Q, (aunque este entrañable personaje aparece, en esta ocasión no hace entrega a 007 de ninguno de sus artilugios), sino con sus habilidades para todo tipo de lucha.
Desde el magnifico teaser, en el que Bond esta a punto de perder la vida en un helicóptero, a manos del que parece ser (no se llega a nombrar en ningún momento) no más ni menos que ¡Ernst Estravos Blofeld!, la película es un cumulo de ¡impresionantes! escenas de acción. A destacar la espectacular persecución en la nieve, para mi la mejor de la saga y una de las mejores de la historia del cine y la emocionante escalada de Bond en solitario a la gaurida del villano principal.
Por su parte, Roger Moore, al que es cierto que empieza a notarsele la edad, nos brinda la que posiblemente sea su mejor interpretación del personaje, recuperando la seriedad y dureza de sus primeras cintas y atenuando notablemente su tendencia a abusar del humor.
Más en el apartado femenino es donde a mi parecer más flojea la película, con una bellisima pero muy sosa Carole Bouquet (y demasiado joven para el muy maduro Moore), una Casandra Harris atractiva pero muy efímera (por aquel entonces esposa de Pierce Brosnan) y una casi adolescente Linn Holly Johnson de loa que es mejor no hablar.
Por su parte el villano de la función interpretado por John Glover es tan "normal" que no parece una amenaza para un superagente como James Bond.
A destacar en la parte de aliados, al siempre eficaz Topol, cuyo personaje rezuma carisma y tiene muy buena química con Bond-Moore.
Resumiendo una de las imprescindibles de la serie.
