¡¡¡IMPRESIONANTE!!!
Cuando acabo la proyección de esta MAGNIFICA película pensé, que de vivir el genial Alfred Hitchkock y haber visto este film, ¡no podría haberse resistido de levantarse y aplaudir!, Puesto que el director español Rodrigo Cortés demuestra ser un alumno aventajado del maestro británico. Si en su cinta Naufragos Hitchckock se atrevía a contar toda una historia con tan solo unos pocos pasajeros en un bote salvavidas, Cortés va más lejos ¡y nos tiene en vilo durante hora y medía con un solo personaje en el interior de una caja poco más grande que un ataúd!, si ayudarse de viejos "trucos" como recurrir a sueños, flhasbacks, etc.
Y es que la historia más sencilla no puede ser, un camionero civil que trabaja en Irak despierta dentro de una especie de ataúd con un encendedor y un teléfono móvil, con el cual intentará pedir ayuda y que sus secuestradores utilizan para exigirle una serie de demandas si quiere salir de allí.
Bueno, el espectador esta en tensión cada minuto del metraje, y parece mentira que a base de una perfecta utilización de la música (genial), los silencios, la luz, la oscuridad, movimientos de cámara (¡Si movimientos de cámara en un espacio tan reducido!), un excelente guión, increíbles y desesperantes todas y cada una de las llamadas telefónicas. Y sobre todo un EXTRAORDINARIO Ryan Reynolds, que soporta (nunca mejor dicho) sobre sus espaldas todo el peso dramático, en una interpretación contenida (es fácil caer en el histrionismo con un papel como este) y muy creíble.
En definitiva, una película que vale la pena ver, que demuestra que con un buen guión, un buen director y un buen actor ¡no hace falta más para hacer un gran trabajo!
¡De lo mejor que he visto ultimamente!
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