EL HOMBRE LOBO

Curioso remake de una película de los años 40. ¿Por que curioso?, pues porque en vez de coger la misma historia y adaptarla a los tiempos actuales, con las tecnicas y diseños de hoy, no solo se respeta el diseño "antiguo" del hombre lobo, frente a los modernos cuadrupedos perrunos, puestos de moda desde las ya míticas Aullidos o Un hombre lobo americano en Londres hasta la saga Underworld, si no que retrasa la época en la que se desarrolla la acción, concretamente situándola en la Inglaterra victoriana, muy adecuada para este tipo de relato.
y es aquí donde, a mi parecer, se encuentra el mayor acierto del film, ya que consigue que los que las conocimos, recreemos el "sabor" de aquellas inolvidables cintas de la Hammer, y las nuevas generaciones descubran una manera distinta (para ellos incluso nueva) y más "romántica" de contar historias de terror.
Eso si, el director no se corta un pelo (cosa que es de agradecer), en mostrarnos de manera bastante gore, los crímenes de la bestia, cosa que en los años 40 simplemente no se podía hacer.
La ambientación, soberbia la recreación del Londres victoriano. La fotografía, oscura y lugubre, casi en blanco y negro. El diseño de producción, todos los escenarios resultan espeluznantemente goticos, La música, acompañando perfectamente cada secuencia. Los F/X, que tienen un "conveniente" aire retro, el maquillaje, extraordinario ese monstruo mitad hombre mitad lobo, aullando a la Luna subido a una gargola. Así como las correctas interpretaciones, aunque lo cierto es que al final Hopkins acabe recordándonos una vez más a su magistral Hanibal Leckter. Hacen que el film no defraude a aquellos que más o menos saben lo que esperarse.
En la parte negativa, destacaría el abuso de los sustos facilones de esos que buscan hacer saltar al publico en sus butacas, uno o dos están bien, pero ¡cada cinco minutos!, acaban haciéndose reiterativos y perdiendo la capacidad de sorprender.
En definitiva un buen intento de recrear un cine de terror clásico, que no tiene porque decepcionar a los que se sintieron atraídos por su trailer.