Siempre se ha dicho que no esta bien alegrarse de las desgracias ajenas, claro que considerar desgracia un divorcio, es bastante relativo. En muchas ocasiones resulta beneficioso para ambos cónyuges, en otras beneficia a uno de los dos, en algunas salen también beneficiados familiares y amigos, y en unas pocas... ¡ SALE BENEFICIADA TODA LA HUMANIDAD !
Y este es el caso de la "muerte" de la unión entre Madonna y el director ingles Guy Ritchie.
Ritchie debutó con la magnifica y sorprendente Lock and Stock, y poco después nos confirmó su talento con la no menos esplendida Snatch cerdos y diamantes.
Entonces apareció la "ambición rubia" y se acabó la alegría. Una vez ¿felizmente? casados, Ritchie le "dirigió" un capricho a su mujer. Se trataba de una insulsa comedía romántica, en la que no encontramos ni asomo del talento del realizador británico.
Ahora que por fin, la caprichosa cantante, se ha cansado de su "antojo"ingles", los que gozamos con sus dos primeros films, tenemos la esperanza de volver a disfrutar del indudable talento de este autor.
De momento nos llega RocknRolla, un regreso a sus orígenes, mostrándonos una vez más, las peripecias de los gansters de poca monta de los barrios bajos londinenses.
Si bien es cierto que esta cinta carece del ritmo y la originalidad de las anteriores, sigue siendo una buena demostración, de que estamos ante uno de los más prometedores realizadores del cine actual.
También a final de mes, parece que nos llegará al final su trabajo anterior, Revolver, que incomprensiblemente ha tardado varios años en estrenarse en España.
Bueno,como dirían nuestras madres, no nos alegremos las desgracias ajenas aunque nos beneficien a todos.
Curioso planteamiento: un divorcio provoca el regreso de buenas películas, jeje. No he visto esa peli, pero sí vi la de Snatch y, aunque no me entusiasma el género de la mafia y los gángsters, he de admitir que estuvo bastante bien.
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