La tercera película de Pierce Brosnan como James Bond 007, podría haber sido una de las mejores de la serie. Pero curiosamente, si en la cinta anterior, El mañana nunca muere, la acción superaba con creces al guión, aquí ocurre todo lo contrario, las secuencias de acción no están a la altura de la magnifica historia.
Y es que las escenas de acción, son poco espectaculares y monótonas. Exceptuando el genial teaser en el que 007 a bordo de una lancha inventada por el inefable Q, repleta de gadgets, persigue a lo largo del río Tamesis a una de las villanas de la función. Sin embargo, el resto no son más que tiroteos bien coreografiados, pero rutinarios y una persecución en la nieve metida con calzador.
No obstante, la película se salva gracias a una historia de traiciones, espionaje y sabotaje muy interesante, y sobre todo a la esplendida relación entre 007 (en la mejor interpretación de Pierce Brosnan) y el que para mi es el mejor personaje femenino de la franquicia, la intrigante Elektra King, interpretada ¡magistralmente! por la hermosisima Sophie Marceu.
Y es que Sophie Marceau como Elektra esta simplemente ¡IMPRESIONANTE!, creando un personaje femenino que no solo no cae rendida a los pies del seductor James Bond, sino que encima es ella la que lo enamora, lo engaña y lo utiliza, siendo su final a manos de este, ¡uno de los mejores momentos de toda la saga! Precisamente es gracias a este "enfrentamiento" cara a cara con una mujer que lo desafía a su mismo nivel, por lo que Brosnan tiene la oportunidad de mostrarnos a un James Bond, más "real" y humano, al que estabamos acostumbrados, con defectos y debilidades.
Por desgracia, la otra femina de la función no solo no esta a la altura de la esplendida Marceau, sino que es sin duda una de las peores y más insulsas chicas Bond que han aparecido en la serie, seguramente culpa de haber escogido para el papel a la físicamente (pero nada más) espectacular Denise Richards, que es totalmente eclipsada por su compañera de reparto.
Algo parecido pasa con el siempre estupendo Robert Carlyle, que pese a figurar como el principal villano, Rennard, un terrorista que por tener una bala alojada en el cerebro que lo esta matando poco a poco, es incapaz de sentir dolor, es también eclipsado por el "huracán" Elektra.
Mención aparte merece un estupendo Robbie Coltraine que repite su papel de Goldeneye y brilla en cada minuto que aparece en pantalla.
Resumiendo, una magnifica película, digna de verse, que de haber contado con mejores escenas de acción, sería sin duda una de las grandes de la franquicia.
Coincido con mucho de lo que comentas, salvo en la acción: a mí me encantó tanto o más que en anteriores entregas. No noto esa diferencia que suele notar la gente.
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