EL MAÑANA NUNCA MUERE (Tomorrow never dies 1997)

  Segunda aventura de Pierce Brosnan como James Bond, y a mi juicio la más floja.
  Pero, como ya he recalcado en varias ocasiones, una peli floja de 007 suele ser mejor que la mayoría de cintas de acción que llegan a la gran pantalla, y esta no es una excepción. El "problema" en mi opinión es que estamos ante una de esas ocasiones dentro de la serie, en la que lo primordial es el sentido de la acción trepidante y el espectáculo más fantástico, en detrimento de una historia más profunda o un guión más elaborado. Aquí se trata pues de meter a nuestro héroe en una carrera contra reloj llena de peligros y obstáculos aparentemente insalvables. Eso si, sin dejar de lado el glamur y la sofisticación que tan bien aporta Brosnan a su interpretación.
  No obstante, tenemos un tímido intento (que por desgracia queda relegado a un segundo plano demasiado rápidamente) de mostrarnos a un 007 más humano y "real", a través de su relación con una antigua amante, la cual parece haber significado mucho para el famoso espía, pues se muestra reacio a "utilizarla" en su nueva misión. Creo que se le podría haber sacado mucho más jugo a esta situación y estoy seguro de que Brosnan así lo hubiese preferido.
  Pero en general, la película resulta trepidante y divertida y con unas secuencias de acción realmente impresionantes.
  Pierce Brosnan esta de nuevo perfecto como el máximo icono del 007 cinematográfico, y como ya he mencionado, nos regala algunos aspectos más intimos de lo acostumbrado en su interpretación.
  El apartado femenino es para mi, otro de los elementos flojillos. La muy atractiva Terry Hatcher como Paris Carver, tiene demasiado poco protagonismo, mientras que la chica principal, Michel Yeo, se muestra como una heroína de acción a la altura de Bond, pero carece de la belleza y el glamur de las chicas Bond más inolvidables (siempre en mi opinión, ¡of course!)
  En cuanto a los villanos, Jonathan Price esta correcto como el maléfico magnate de la comunicación Elliot Carver, pero carce del carisma suficiente para parecer realmente una seria amenaza para nuestro superagente favorito. Y su secuaz, Mr. Stamper, es un "remedo" de otros ya vistos en la serie, como Klieger, Jaws o Neccros.
  Resumiendo, una divertidisima entrega de la franquicia, pero no de las indispensables.