Tras 8 episodios de la segunda temporada de esta serie, ya podemos hacer balance.
En primer lugar hay que destacar que continua la calidad de su antecesora y la precuela de esta. Eso si, a mi me parece detectar que mientras la violencia a subido (¡y mira que era difícil!) el sexo ha bajado, las secuencias eróticas son seniblemente más cortas y se muestra menos "carne". Pero bueno esto es un detalle sin importancia, los seguidores de esta serie pueden estar tranquilos pues no se sentirán defraudados.
No obstante yo resaltaría un "pero" en él nuevo protagonista. Como es sabido el Espartaco original Andy Wihtfield murió un años después de terminar la primera temporada, por ello se tuvo que buscar un actor que lo sustituyese. El elegido fue Liam McIntyre, al que a nivel actoral no se le puede reprochar nada, es decir su actuación es impecable, el problema es que un personaje como este requiere de un físico como mínimo atlético y musculado, como el del malogrado Wihtfield, y ahí es donde nos falla el nuevo gladiador, McIntyre esta delgado pero nada musculado, lo que le hace parecer un tirillas rodeado de tanto tío cachas, que hace difícil poder creerse que sea el líder de todos esos mazacotes. No se, quizá es que no le dio tiempo a ponerse en forma antes del rodaje, pero de cara a una posible tercera temporada, creo que debería intentar ganar un poco de masa muscular, sino quedará totalmente eclipsado por el resto del reparto, lo que sería muy malo para la serie.
Por lo demás, lo dicho, si os gustaron las anteriores esta también lo hara.
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