Tras Muere otro día, los productores de la franquicia Bond lograron por fin hacerse con los derechos de la primera novela escrita por Ian Fleming con el agente 007 de protagonista, Casino Royale. Así que decidieron (seguramente animados por el éxito de Batman Begins) utilizarla para adaptarla a la gran pantalla, pero a modo de reinicio de la serie, contándonos lo que nunca antes habíamos visto, como James Bond conseguía su licencia para matar y se convertía en el superagente 007.
Para ello, asumieron varios riesgos, que finalmente resultaron ser muy acertados. para empezar la película no sería una precuela de las 20 anteriores, sino un reinicio en toda regla, vamos algo así como empezar de cero, pero respetando las bases primordiales del personaje, en segundo lugar, se volvía al tono más "realista" y cercano al Bond literario, prescindiendo de elementos y personajes tan iconicos como Q y sus gadgets o la famosa secretaria de M, eternamente enamorada de 007 Miss Moneyppeny. Y por ultimo, se escogía a un semidesconocido actor cuyo físico no se ajustaba a los cánones clásicos a los que nos había acostumbrado la gran pantalla.
¿El resultado final de todos estos riesgos?... ¡No solo una de las mejores películas de la saga, sino también uno de los mejores thrillers de acción de las ultimas décadas!
Y precisamente uno de los más grandes aciertos fue el que a priori parecía el peor de lo errores, la elección de Daniel Craig como nuevo James Bond 007. Aunque a día de hoy, todavía existe una significativa y respetable parte de fans a los que no les convence, lo cierto es que la gran mayoría (entre los que me encuentro) no solo lo han aceptado, sino que lo consideran ya entre los mejores de los actores que han encarnado al personaje hasta la fecha. Y es que Craig, que convierte a 007 en un personaje tridimensional, con fisuras y debilidades, ha conseguido algo que parecía imposible: ¡Interpretar a James Bond como si fuera la primera vez que se lleva a la pantalla!, es decir, sin copiar realmente a ninguno de los otros actores anteriores. Por su puesto, dado que su interpretación se enmarca dentro del estilo "duro" del personaje, puede recordar o identificarse, con los Bond de Connery, Lazenby o Dalton, pero sin "imitarlos" en ningún momento. A mi me gusta definir su 007 de la siguiente forma:
El James Bond de Craig puede invitarte en un Casino de lujo a un vodka martini agitado no revuelto, pero como le enfades... ¡te lo hace tragar con copa y todo! Es decir, un hombre al que le gustan los lujos y la buena vida, pero que a la hora de tener que usar la violencia, se convierte en la perfecta maquina de matar que describía Fleming en sus novelas.
Por otra parte, como ya he comentado, la película funciona perfectamente, no solo como magnifica "presentación" del personaje, sino como trhriller de acción en general, que no solo entusiasmo a la mayoría de los fans del agente secreto sino también a un gran número de espectadores no necesariamente seguidores del personaje. Esto es mayoritariamente gracias, a un sensacional guión que respeta mucho la novelas original y la adapta perfectamente a los tiempos actuales y a la dirección de Martin Campbell, que ya se había encargado también del debut de Pierce Brosnan en la franquicia con Goldeneye, y que dota al film del ritmo adecuado, mezclando a la perfección momentos de intriga y suspense con escenas de acción trepidantes.
Las chicas Bond también están a la altura, una fugaz pero atractivamente inolvidable Caterina Murino y sobre todo, la esplendida Eva Green, interpretando a Vesper Lynd, la primera (de una lista muy corta) mujer de la que James Bond se enamora realmente, intelectualmente a su nivel y que le marcará de por vida.
Las lista de villanos la encabeza, Le Chifre, interpretado por un Mads Mikkelsen en estado de gracia, que le otorga una aire siniestro a su personaje que le va como anillo al dedo. Y destaca también Jesper Christensen en el papel del misterioso Mr. White que tendrá mucho que ver en la siguiente cinta.
Merecen ser destacados también, en el apartado de aliados de 007, Jeffry Wright como el agente de la CIA Felix Leiter que acabará convirtiéndose en amigo personal de Bond y un magnifico Giancarlo Giannini como Rene Mathis, que destila una gran química con el Bond-Craig, que seguirá siendo explotada en el siguiente film.
En definitiva, una gran película, de las mejores de la franquicia, que no puede perderse cualquiera que empiece a sentirse atraído por el agente secreto más famoso de la historia del cine.
